El gobierno nacional ha establecido una nueva normativa que permite a los ciudadanos portar armas a partir de los 18 años, una medida que ha generado un amplio debate en la sociedad. La modificación fue oficializada a través del Boletín Oficial, marcando un cambio significativo respecto a la legislación anterior, que requería que los solicitantes tuvieran al menos 21 años para la "adquisición o transmisión por cualquier título, uso, tenencia y portación de armas de uso civil".   Este cambio en la legislación busca, según fuentes oficiales, facilitar el acceso a armas para los jóvenes adultos, quienes ahora podrán ejercer este derecho a una edad más temprana. Sin embargo, la decisión ha suscitado preocupaciones entre diversos sectores de la población, que advierten sobre los riesgos asociados al porte de armas por personas más jóvenes.   Organizaciones de derechos humanos y expertos en seguridad han expresado su inquietud, argumentando que esta medida podría aumentar la violencia y los accidentes relacionados con armas de fuego en un grupo etario que, según estudios, presenta mayores índices de impulsividad.    El gobierno, por su parte, defiende que la nueva normativa incluye regulaciones adicionales para garantizar la seguridad en el uso y tenencia de armas, y que se implementarán programas de educación y concientización para los nuevos portadores.    La medida ya ha comenzado a generar reacciones en la sociedad, y se espera que el debate continúe en los próximos días.